Sponsors

jueves, enero 10, 2008

PRUEBA

VIENEN LOS COMISARIOS POLITICOS DE CUADRA
La crisis energética que no existía trae cola. Para la primer funcionaria es culpa del cambio climático. Para su jefe de gabinete
la culpa es de los argentinos que tienen aire acondicionado.

lunes, enero 07, 2008

BORDER LINE



En el país del “falta todo” han desaparecido hasta los responsables y están embozados los perros guardianes. Una semana al garete en medio de vientos huracanados, si no es estar al filo de la navaja, no se que se espera.
La izquierda pensante embate “off de record” contra el zurdaje patagónico y la montonera resentida, conciente que los llevan al abismo, pero también les da de comer; muchos liberales descubren que el gobierno es ideológicamente anónimo y solo piensa con el bolsillo, pero desconfían por naturaleza de los ordinarios e improvisados y vacilan entre el si pero no y el no pero si. Los teóricos principistas perdieron el rumbo; ya no hay mercado para la asepsia republicana, declamaciones institucionales, los contratos sociales ni la soberana democracia electoral de mayorías. Han descubierto que con guantes blancos solo se `puede barrer bajo la alfombra el polvo de los Casinos y Tragamonedas, para limpiar a fondo la casa, hay que arremangarse, sacarse los anillos y los guantes.
¡Cuánta calle y barro les falta a los prolijos!
Miran desesperados el proceso electoral y el presunto recambio en el Norte, en espera de un gesto para imitar; alternancia, bipartidismo; sin ver que allá y en todas partes son sistemas vacíos de contenido, que no se instalan por decreto. Solo dirimen permanencia y parcelas de influencia. Igual que acá, pero en otro idioma.


Hay mucho miedo, entre quienes tienen un trocito de poder. Es la mercadería que todos demandan para poder mantenerse o aplastar a otro. Tiembla la tierra y faltan puntos de apoyo. Nadie sabe quien es, de dónde viene ni dónde va. Todos contra todos, en la prensa, en la Web, en ministerios, asociaciones, sindicatos, empresas, pasillos, en la calle y en las casas; se van perdiendo hasta los límites tradicionales de prudencia y vergüenza, solo falta que en cualquier momento caigan los últimos códigos; ¡vale todo, sálvese quien pueda!

Era previsible, el vacío siempre lo ocupa alguien, la acefalía deriva naturalmente hacia la anarquía, esta deviene en caos que reclama a gritos la fuerza que imponga orden, para restituir el orden natural de las cosas, con independencia de la voluntad e intenciones de los protagonistas.

No se trata de determinismo histórico, es la búsqueda de restablecer el equilibrio; una ley suprema de la naturaleza de la que somos parte y no podemos eludir, como todas las sociedades intermedias creadas por el hombre.

El error es una constante; cuando la fuerza viene de la mano de los “explosivos espontáneos” o de los organizados iluminados, con delirantes y utópicas construcciones personales, divorciadas de la realidad y del orden natural de las cosas.

En el mejor de los casos es comprar tiempo, que no saben para que sirve ni como se utiliza, hasta que se reinicie el ciclo. Decían que muerto el perro terminó la rabia, por eso no basta con encadenarlo por un rato y escaparse. El futuro se construye todos los días.



domingo, enero 06, 2008

¿CUANTO VALOE UNA VIDA?

Es tema cotidiano, demasiado serio y profundo para dejarlo en manos de chantajistas, mercaderes de la muerte, o fariseos. Vale salpimentarlo con anécdotas del pasado, para descontracturarse y buscarle una gota de gracia a lo que de por si no la tiene.

(*) Corría la primer mitad del s.I en la capital del mundo. Constitucionalmente La República Romana, el Imperio de hecho; bajo el gobierno de un cónsul electivo con derecho sucesorio de “necesidad y urgencia” controlado por un honorable senado vitalicio: Tiberio Cayo Druso Nerón, Calígula (botitas) para la historia, Divino Júpiter para los “parientes, ciudadanos, senadores, magistrados y funcionarios” A esta obsecuencia no se llega de un día para otro. Comienza con un discurso en la UIA; adhiere la orden de los Caballeros ecuestres, hoy montados en Audi o BMW; el “tout Roma” que se burlan y critican pero consienten. Los comandantes de las legiones; las asociaciones de pobres y desvalidos, jóvenes idealistas, los sindicatos de artesanos, carniceros, pescadores, artistas, prostitutas y gladiadores; recaudadores de impuestos; editores de “diarii” grandes mercaderes, banqueros y prestamistas, en fin los capitalistas de siempre que se expresan a través de los retóricos y sofistas a sueldo. Jefes de fracción del partido Republicano del consenso, todos los que siempre están en venta al mejor postor; hasta que solo los malos y los bárbaros quedan fuera. Perdón, me asalta una duda ¿corría el s.I o el XXI?

Su tío Tiberio Claudio fue denunciado por haber participado de una estafa con un testamento que habría firmado y sellado en calidad de testigo. Detenido, consiguió hacer llegar al Divino, el dato y la prueba que su sello personal de ágata tenía una imperfección y si esa imperfección no estaba en el documento, era falsificado.
Complacido por su capacidad de haber descubierto el minúsculo detalle, Calígula le perdonó la vida y acto seguido le pregunta: ¿Y qué valor exacto asignarías a tu vida en esta noche?
- Ya lo he calculado: un céntimo.(moneda de ínfimo valor)
- ¿Cómo llegaste a una cifra tan modesta?
- Toda vida tiene un valor calculable. El rescate que la familia de Julio César pago a los piratas que lo secuestraron fue de 20.000 piezas de oro, De modo que el valor de la vida de Julio César, era ése. Mi esposa Elia fue atacada por salteadores de caminos que la dejaron con vida a cambio de un broche de amatista, que solo valía 50. Por tanto ese era el precio de Elia. Mi vida fue salvada por un trocito de ágata que sólo pesa la cuarenta ava parte de un escrúpulo, o sea exactamente un ardite. De forma que mi vida no vale más de un ardite.(cosa de valor despreciable)
Varían los cálculos con los tiempos, permanece vigente que todo, hasta la vida tiene un precio y que está sometido a las leyes del mercado.
Mercado que regulan a su capricho los Divinos tiranos, con el consentimiento y aplauso de los obsecuentes.
¡Cuantos imprescindibles, que con solo un gesto hacen y deshacen, no valen un ardite!
Sea honesto como Claudio; póngase precio. Yo lo hice y estoy feliz al comprobar que soy capaz de consumir varios millones de veces mi propio precio por día, sin necesidad de gastar un céntimo. Milagros de la economía.
Volvió sana y salva de Somalia, Pilar Bauzá, ¿Qué precio tuvo su vida? No se sabe. Si se sabe que pudo volver, porque ningún “humanitario” la fue a rescatar.

(*) Cfr. Yo Claudio de Robert Graves